lunes, 30 de enero de 2012

A finales de enero, un día cualquiera

Una mañana fría, oscura y silenciosa. Nada nuevo, típica imagen un día cualquiera de enero. La gran ciudad se va despertando poco a poco. Los coches arrancan una vez más. Yo... pensando en mi propio bien, al menos una hora al día. El resto de tiempo lo dedico a mis seres tan queridos. Me resulta raro reflexionar mientras respiro el aire que congela mis labios. Pero cuando llego a casa, el calor del pasillo me lleva hasta mi habitación, la puerta hacia mi mundo. Es entonces cuando me siento orgulloso de mi mismo. 
Para muchos, estamos en una época de estrés, agobio... Yo me encuentro tranquilo. Con ganas de hacer todo lo posible para que siga así de tranquilo, contento y satisfecho. Además, estoy dispuesto a ayudar a quien quiera sentirse igual como yo. No es difícil, pero tampoco es nada fácil si no sabes como ver las cosas desde otra perspectiva. 
En fin, espero que todo siga bien y que la suerte me acompañe al menos estas dos semanas, la nueva que acabamos de estrenar y la siguiente. No pido más. 
¡Feliz fin de mes a todo el Mundo!

martes, 25 de octubre de 2011

Una Segunda Oportunidad

Hace tiempo que no expreso mis reflexiones aquí en mi particular mundillo creado con tanta ilusión y esperanza. Transcurrieron meses desde la última publicación. Y se me viene a la mente una pregunta importante, pregunta que cualquier persona leyendo estas líneas se preguntaría: ¿Por qué? 
Sinceramente, desde Febrero de este año hasta hoy, ocurrieron hechos, circunstancias y momentos que me hicieron tanto mal, pero ayudándome a alcanzar el bien, el bienestar de mis ojos, mi sonrisa, mis sueños. Este es el motivo por el cual me sentía tan alejado del Paraíso del Maldito Iluso, aquel Iluso que me encuentro cada vez que me quedo solo con mis latidos del corazón, mis reflexiones ocultas y desconocidas. 
Siempre he estado acompañado de los mejores consejos que me puede ofrecer la realidad y sobre todo mis personas más cercanas, pero me declaro culpable. Sí, soy culpable por no guiarme por aquellos consejos que fueron abandonados por mi y por mi ignorancia. ¿No son las historias del día a día que nos cuentan que lo fundamental es escuchar a nuestro corazón, que tenemos que pensar en nosotros mismos y en aquello que nos hace felices? La respuesta es muy sencilla: ¡No! 
El corazón es el gran traidor, el que nos ha llevado a los peores desastres sentimentales, y no solo sentimentales, el que nos lleva siempre la contraria y nosotros no podemos resistirnos... no nos quedan fuerzas. Y no me digan que no es así, porque hasta los más fuertes no son tan fuertes, hasta ellos lloran a escondidas del mundo para no destruir su reputación o simplemente por no sentir humillación alguna, aunque no es más fuerte el que no llora sino el que sabe reconocerlo sin ningún temor. 
La razón, por muy rigurosa que sea, es la que sabe cómo llevarnos por el buen camino, por el camino que tanto para mi como para los demás es el correcto. Ante un problema, una situación complicada, la razón será la que nos hará felices y nos enseñará la solución adecuada. ¿Dónde queda el corazón? Para mi, él será la última alternativa ante un momento difícil. 
Hace muy poco, llegué a una etapa en mi vida en la que todo se convirtió en rutina, una auténtica rutina. Vivía las mismas situaciones, me encontraba con las mismas sonrisas -muchas veces falsas- recorrían mis pies los mismos rincones de esta gran realidad que empezaba a derrumbarse ante mi persona. Aquellos que no me comprendieron, decidieron dejarme seguir adelante sin saber lo que esto significaría para mi, desconociendo mis verdaderos motivos y mis expectativas convertidas ya en objetivos para el futuro. Lo bonito es ver cómo una mayoría de gente tan importante para mi se quedó para acompañarme en mis aventuras tan peculiares y aceptaron compartir de cerca los recuerdos que nos ha preparado el destino. 
¿Cuentas pendientes? Es otro tema relevante, otro problema que resolver. Nunca he sido una persona de tener alguna cuenta pendiente con alguien, sea cual sea. Sin embargo, otros seres de mi especie no comparten tal principio. Son tantas sus cuentas pendientes conmigo que me volvería rico en cualquier sentido de la palabra. Aunque... tengo que ser yo el que guardará silencio y asumirá sus errores e intentará corregirlos. El tiempo lo cura todo y resuelve cualquier temor, duda o problema. Sí, estoy convencido de ello. Tan solo quedan los recuerdos que me visitan a veces cuando se enteran de que la soledad me acompaña por la noche para impedirme soñar y volver a ilusionarme con errores que no podré perdonarme jamás. 
A partir de ahora, todo debe colocarse en su sitio dentro del realismo, sentirme realista.

sábado, 26 de febrero de 2011

La magia de mi pequeña gran realidad

La noche estrellada llegó una vez más a mis ojos, ojos repletos de sensaciones misteriosas. Una noche desigual, una noche no como la que habitualmente percibo cada vez cuando el sol se despide de un día más o un día menos. Sus estrellas son mis ilusiones, sueños e incluso mis deseos. Y no es oscura ni es clara, simplemente no posee color. Ella desconoce la traición, desconoce lo que es el dolor y tampoco necesita saber qué es el odio. Nunca se ha dejado, nunca se deja y tampoco se dejará influir por la derrota después de algo que ha podido perturbarme. Es la que sabe cómo hacer que yo siga adelante, que yo pueda afrontar los regalos esperados e inesperados guardados por el destino para mi. Tampoco se va, siempre se queda en mi memoria, siempre es mi amiga en cualquier momento de mi pequeña realidad, aunque yo trate de desconectar a veces o cuando procuro no abusar de ella, dejándola a lado.
En momentos, cuando prefiero pensar por mi mismo sin desear su ayuda, las cosas cambian. El mundo es otro, la realidad recibe otro aspecto, rostro que nunca he podido evitar u olvidar. Pero esto no me impide ser persona, ser feliz y disfrutar de los seres que me rodean, porque está ella, está mi noche estrellada.

martes, 15 de febrero de 2011

Vivir, ver, sentir, sonreír... estar entre los seres de la realidad, "entre las gotas de la vida"

Vivo, veo, siento que entre otras muchas soy una gota transparente de aqulla lluvia infinita llamada Vida. Momentos, situaciones, ocasiones que me van abriendo o cerrando puertas, pero con un objetivo: seguir el "guión" de vida que voy creando con el paso del tiempo. Nada es una falacia y todo es una realidad en la que procuro sobrevivir de una forma personal ayudado por la razón y en muchos casos por el corazón.
No necesito engañarme, no tengo el honor de vivir cien vidas para empezar con un nuevo "guión", pero sí puedo dejar el pasado y vivir el presente. Puedo, pero ¿es lo que realmente quiero?, ¿es lo que realmente debo hacer?. Tales preguntas encontrarán su respuesta tarde o temprano. Por ahora, estoy aquí, estoy siguiendo mi ritmo y analizando lo que me rodea a través de mis cinco sentidos y empeñándome en hallar uno más. 
¡El Maldito Iluso de "Entre las gotas de la vida" os da la Bienvenida!